EL TRATADO TRANS-PACIFICO DE COMERCIO
(Trans Pacific Partnership. TPP)
Uno de los aspectos más destacados de la 'conspiración totalitaria global' es la identidad de propósitos entre la extrema izquierda y el capitalismo, esos enemigos a muerte de la Guerra Fría del siglo XX, a partir de dos hechos nada más dramáticos: por una parte, el surgimiento de capitalismo global, en el orden económico, y por otra, el colapso del sistema comunista, en el orden político.
Un caso específico de clara identidad ideológica capitalismo-socialismo es el Tratado Trans-Pacífico de Comercio (Trans Pacific Partnership, TPP) firmado por 12 naciones de la cuenca del Océano Pacífico el 4 de febrero del 2016: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, Estados Unidos, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur y Vietnam.
El primer antecedente a considerar respecto del TPP es un hecho sorprendente: el acuerdo se discutió secretamente por siete años, sin que ni los propios gobiernos firmantes tuviesen conocimiento directo de sus contenidos, lo que dio lugar a toda clase especulaciones derivadas de revelaciones parciales de WikiLeaks y otras fuentes no autorizadas.
Solamente al momento de la firma, liderado por el Presidente Obama de los EE.UU. de clara identidad neo-marxista, el tratado –con una extensión de 600 páginas– se publicó con minuciosas definiciones de su terminología, haciendo muy complejo el debido entendimiento de sus disposiciones.
Tengamos presente aquí que, si bien las entidades sometidas al TPP son ante todo los países firmantes representados por sus gobiernos nacionales, también incluye en igualdad de condiciones a las empresas privadas de cada uno de ellos, así como multinacionales, en sus relaciones comerciales entre sí y con los países firmantes.
En efecto, esto queda en evidencia a propósito de la "solución de las controversias" a que da lugar la aplicación del TPP, conforme a la siguiente norma del Tratado.
"Ninguna Parte otorgará un derecho de acción conforme a su ordenamiento jurídico contra cualquier otra Parte con fundamento en que una medida de esa otra Parte es incompatible con sus obligaciones conforme a este Tratado, o que la otra Parte ha incumplido de alguna otra manera con sus obligaciones conforme a este Tratado." (Artículo 28.22)
En síntesis, ninguno de los Ordenamientos Jurídicos de los países firmantes del TPP es aplicable a la solución de los conflictos económicos que surjan con motivo de su aplicación.
En su lugar, la norma básica es el Arbitraje, consistente en que la 'Parte reclamante' solicite el establecimiento de un Grupo Especial –que así se llaman los 'tribunales arbitrales' del TPP–, que se encargue de solucionar el problema en forma definitiva, es decir, sin apelaciones, estableciendo las responsabilidades y las indemnizaciones que pudiesen corresponder.
Cada Grupo Especial consta de tres miembros, designados por las Partes conforme a un minucioso procedimiento de selección entre listados de personas, principalmente abogados internacionalistas, previamente aprobados por el sistema.
Es decir, éste es un asalto definitivo a la soberanía nacional de los países firmantes, para someterlos directamente a la 'praxis económica' del Capitalismo Global.
Concluyamos con dos hechos significativos: el año 2017 el nuevo Presidente Republicano de los EE.UU. retiró a su país del tratado y el 2021 el Presidente Demócrata que lo remplazó, restableció su aceptación.